JSA apuesta por la Europa de la ciudadanía y no por la Europa de los mercados

Ayer se produjeron dos hechos importantes que se entrelazan conjuntamente en una misma sintonía. La sintonía del no crecimiento y los recortes. Angela Merkel acudió a la Moncloa para recordarle a Mariano Rajoy que la senda de la austeridad extrema tenía que continuar e intensificarse, mientras Mario Dragui, presidente del BCE, tras varios días en silencio propuso que la entidad central comprase deuda pública de forma ilimitada a cambio de que España solicitase el rescate y la imposición de condiciones muy duras.

Unas condiciones que seguramente van encaminadas a tocar el sistema de pensiones. Las Juventudes Socialistas de Andalucía, decimos que basta ya. Que no queremos una Europa alemana, que cuando decidimos formar parte del proyecto europeo, lo hicimos en el convencimiento de que era un camino consensuado entre todos los países del continente para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y no para ser una mera sucursal de la gran banca.

Para salir de esta crisis hay soluciones. Es imperdonable que se intente desde las instituciones europeas acrecentar el tópico de las dos Europas. La del sur, la de la cigarra vaga , y la del norte, la de la hormiga trabajadora. Imperdonable porque es falso. Porque los europeos tuvimos que afrontar el coste de la reunificación alemana, con el beneficio implícito que trajo para el país germánico, y convencidos del proyecto europeo que era solidario con todos, seguimos adelante.

Hoy la política imperante en Europa es ilógica y roza lo absurdo. Las Juventudes Socialistas de Andalucía, apostamos por la estabilidad en las cuentas públicas pero sin que ello suponga empobrecer al ciudadano. Apostamos porque se olviden los actuales restricciones al déficit, y se implante la reducción del 1% del desequilibrio presupuestario hasta el año 2020.

Apostamos por reformas de calado del BCE. Debe añadir a su objetivo de contención de la inflación, el objetivo de crecimiento. Asimismo, debe aumentar el control del parlamento elegido democráticamente sobre esta entidad, cuya actividad es de todo menos transparente. En fin, una Europa que apueste por el empleo y el crecimiento.